Hallazgos

El objetivo de esta sección es dar a conocer piezas de valor histórico que constituyen el fondo patrimonial de la BNM a la vez que una invitación a consultarlas.

No solo se trata de encontrar el texto que ha quedado descansando, a la espera de una nueva consulta. También de regresar al que alguna vez ya fue interpelado a la luz de nuevas lecturas, otras preguntas, renovadas interpretaciones.


En perspectiva educativa

“El cine nos posee, nos garra, nos introduce sin piedad en su poderoso realismo. Pero no lo hace – lo subrayamos – por los mecanismos de la convicción lógica, del raciocinio, por influencias intelectuales. Nos llega y nos arrebata, en primer término por los otros mecanismos a los cuales ninguna inteligencia puede resistir: los omnipotentes garfios de la afectividad, de la emotividad, de la resonancia instintiva. Por eso el cine convence, sugestiona, hipnotiza. Marcos Victoria”

Hoy presentamos “Influencia del cine en la conducta del niño y del adolescente” escrito por Pedro N. Urcola, publicado en 1949 por Editorial La Aurora. Se inicia con un texto de Marcos Victoria, Profesor de la Carrera de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, en el Diario La Nación.

 

Influencia al psiquismo

“El cine, con su formidable poder de sugetión, se ha convertido en un serio y permanente problema para el hogar y la escuela. Es asunto que merece la atención de los padres, de los educadores y de todas las instituciones que de alguna manera tienen que ver con la educación y orientación moral y espiritual del niño y del adolescente (…) Creo que los niños no pueden y no deben presenciar cualquier película. Su delicado psiquismo, su sensibilísimo mundo emocional, no puede estar a merced de productores sin escrúpulos, que solamente ven el lado utilitario de este arte sutil y maravilloso”

Un estudio realizado el los Estados Unidos da cuenta de que en 1936, asistieron al cine 250.000.000 espectadores en todo el mundo, de los cuales, de los cuales 28.000.000 fueron menores de 21 años.
Por otra parte, una experiencia en un día de asueto, sobre 100 alumnos, mostró que el 60% había concurrido al cine. Algunos de estos niños declararon que habían participado hasta 3 y 4 veces por semana de actividades en el cinematógrafo.
Estos datos podrían explica la preocupación de padres y educadores ante la presencia de “precocidades (…) que para nada tienen en cuenta sus limitaciones, su delicado y complejo mundo emocional, sus necesidades, sus problemas”

 

La corrosión de la voluntad

“El delicado y complejo mundo emocional del niño, al ser tocado en forma violenta por películas cuyo tema central es el crimen, el homicidio, la guerra (…) en conmovido hasta sus mismas raíces, dejando un sedimento tal de inexplicable horror y espanto”

La psicología experimental afirma que la memoria es la facultad más extraordinaria de la psiquis y que si ella, la vida mental sería imposible. Esta facultad, indispensable para el aprendizaje, es más potente en el niño y el adolescente que en el adulto. Es por eso que los primeros retienen “en la memoria todo lo que impresiona vivamente su delicado y complejo mundo emocional” Lo llamativo, se graba. El niño no olvida aquello que excita la afectividad “lo que es interesante y temible, lo que ocasiona angustia o dolor”

 

El sexo y la pornografía

“las escenas escabrosas - ¡ y ya las hay! – que tienen lugar en el interior de lujosos dormitorios, donde la heroína, oculta en la penumbra, va despojándose poco a poco de sus prendas de vestir que deposita en lugar estratégico con estudiado abandono y morbosa intención, son de un efecto realmente desmoralizador”

En esos momentos, la imaginación de niños y jóvenes alcanza su máxima tensión “y la escena queda fotografiada en su cerebro con caracteres indelebles, no pudiendo despojarse de de ella, en muchos casos, por el resto de su vida” Estas imágenes y las interpretaciones sobre las mismas reaparecen una y otra vez en conversaciones íntimas, promoviendo un “rico caudal de imágenes eróticas de las cuales `echan mano ´ - y por desgracia con harta frecuencia – para cebar su concupiscencia y entregarse al placer solitario”

 

El cine y la moral en la escuela

“Es preciso convertir el cine, ese `proyector gigantesco que se derrama y ensancha por todo el mundo´ como alguien dijo, en un medio moralizador; pero hay que comenzar por depurarlo, por despojarlo de todo lo malsano que hoy posee, en medio de tantas excelencias”

“Hay que ir a la fuente misma del mal”, para ello se impone, como medida saludable, legislar sobre la edad mínima que tiene que tener un niño antes de concurrir al cinematógrafo.
A su vez, es necesario promover catálogos de “cinematografía pedgógica, que instruye y deleita a la vez, cunde y se generaliza en muchos países, poniéndose al servicio del ideal educativo”
Mientras no se consiga de los gobiernos una reglamentación cinematográfica, serán “la escuela, el hogar y toda entidad que propenda a la elevación moral del individuo” quienes aúnen esfuerzos para proteger a los niños y a los adolescentes de los peligros “del cine malsano (…) depurarlo de sus lacras y transformarlo en factor de instrucción y recreación”

 

Ana Diamant

Este libro puede consultarse en la Sala Americana
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