Hallazgos

El objetivo de esta sección es dar a conocer piezas de valor histórico que constituyen el fondo patrimonial de la BNM a la vez que una invitación a consultarlas.

No sólo se trata de encontrar el texto que ha quedado descansando, a la espera de una nueva consulta. También de regresar al que alguna vez ya fue interpelado a la luz de nuevas lecturas, otras preguntas, renovadas interpretaciones.


El fundamento

“La idea de Comunidad escolar libre nació desde el principio en oposición a dos corrientes de nuestro tiempo: la biológica y la individualista”

Hoy presentamos “Las comunidades escolares libres” escrito por G. Wyneken, con estudio preliminar de Lorenzo Luzuriaga, publicado por la Revista Española de Pedagogía en Madrid en 1926.
La Revista fue fundada en 1922 y al momento de esta publicación era dirigida por Lorenzo Luzuriaga, contando entre sus colaboradores con E. Claparede, J. Dewey, O. Decroly, W. Kilpatrick, G. Kercheteiner, A. Sluys, entre otras firmas de la producción pedagógica de la época.

 

El autor

“La personalidad de Gustavo Wyneken es un de las más sugestivas y complejas de la pedagogía contemporánea. Dotado de una poderosa capacidad filosófica, especulativa y de una poderosa originalidad pedagógica, es, al mismo tiempo un vigoroso hombre de acción, tanto en el terreno puramente escolar como en la visa social y política”

Wyneken nació en Prusia en 1875 y comenzó sus tareas pedagógicas en 1901 en una escuela de campo, sin demasiada formación pedagógica y con pocas expectativas.
Una de sus intervenciones más importante fue la dirigida a los alumnos mayores de los centros de segunda enseñanza, contra el excesivo rigor y coacción tanto de la escuela como de la casa, contraponiendo estos a la organización en sociedades “con el fin de ponerse en contacto con la naturaleza y el pueblo, realizando excursiones, recogiendo canciones populares” un movimiento romántico que alcanzó su máximo desarrollo en la preguerra.

 

La teoría

“La vida existe para servir a aquellos valores absolutos y para contribuir a su realización: en esto seguimos a los filòsofos del idealismo alemán de hace 100 años, sobre todo a Kant y Hegel”

Se opone a la corriente biológica para la que los bienes espirituales supremos son medios para el acrecentamiento y enriquecimiento de la vida; y a la corriente individualista, que coincidiendo con la anterior destaca siempre al ser vivo individual y al instinto de conservación de la especie, pero no del espíritu.
La Comunidad escolar se opone ambas, destacando que “bueno es lo que ocurre en la dirección (o con el propósito) de fomentar el espíritu” destacando los valores de la lealtad, la entrega, el entusiasmo y la justicia.

 

La escuela

“La enseñanza de esta nueva escuela está, pués, basada única y exclusivamente al servicio del espíritu; es decir, del trabajo y conocieminto científicos, del cultivo del arte y de una sensibilidad noble y espiritual”

La escuela tiene en el centro la finalidad de introducir a la generación de jóvenes en la cultura del desarrollo y en la adhesión a la conciencia de la humanidad.
La enseñanza en la escuela debe estar al servicio de trabajo y el conocimiento científico, el cultivo del arte y de la sensibilidad noble, con una preocupación especial en la juventud.

 

Las Comunidades escolares libres

“No son un establecimiento cuyos empleados elaboran un material de alumnos y cuyo objeto es una juventud a la que se ha arrancado y alejado su propia vida. La juventud y el espíritu se buscan como magnetos eléctricos. El encontrarse y asirse constituye el sentido de la nueva instrucción”

De la nueva sensibilidad comunitaria, surgirá una nueva constitución escolar, apoyada en la voluntad organizada de los jóvenes y de sus guías, no se trata de una simple invención técnica sino de un organismo con límites y responsabilidad, con un cuerpo docente formando una “camaradería”, participando junto a los estudiantes de la asamblea, que a la vez controla y organiza.


Ana Diamant

Este libro puede consultarse en la Sala Americana 38 – 8 – 05.
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