El nombre original del Código catalográfico francés de 1791, fue “Instruction pour próceder à la confection du catalogue de chacune des bibliothèques…” (“Instrucción para continuar con la preparación del catálogo de cada una de las bibliotecas…”). Publicado en París por L’Imprimerie Nationale en 1791, tan sólo dos años después de la Revolución Francesa y en pleno gobierno revolucionario, el cual decidió confiscar todos los bienes de la monarquía y la iglesia –entre ellos sus valiosas bibliotecas-. Con ellas no sólo aumentaron los fondos de la Biblioteca Nacional de Francia, sino también se crearon bibliotecas públicas en todo el país.
De esta forma millones de volúmenes aumentaron rápidamente las colecciones de todas las bibliotecas del país, y también aumentaron sus lectores, ya que éstas abrieron sus puertas a todos los ciudadanos. Esta buena noticia trajo consigo varios temas para resolver, entre ellos el acceso, disponibilidad y difusión de esta gran cantidad de material bibliográfico, sumado al que comenzaba a publicar el nuevo gobierno. Esta es la razón principal de la elaboración del Código catalográfico de 1791, ya que el Estado francés, a través de su Biblioteca Nacional, propone y elabora este código de normas cuyo objetivo principal es inventariar los fondos de todas las bibliotecas del país y crear un catálogo nacional.
Jean Baptiste Massieu (1743-1818) fue el encargado de redactar el Código. Lo diseñó en forma sencilla y pedagógica, intercalando ejemplos para su fácil aplicación, pero fue muy preciso sobre cómo debía hacerse la descripción catalográfica:
- Autor y título
- Lugar de publicación, nombre del editor o impresor, y fecha de publicación
- Descripción física: número de páginas o volúmenes, otros detalles y dimensiones
Como se puede ver ya contiene las áreas principales que hoy encontramos en la catalogación descriptiva. Indicó además que el catálogo de la biblioteca debe presentarse en forma de fichas, respetando el orden alfabético, para ello se establece un único punto de acceso por autor (y si no hay mención de autor o es confusa se debe ingresar por una palabra clave del título). Incluye también en un apartado los pasos para su confección y las instrucciones para su uso. Pero su mayor valor radica en haber marcado un hito en la historia de la bibliotecología, y más aún en el de la catalogación, ya que fueron las primeras “instrucciones” como su nombre lo indica, o normas pensadas desde su origen para ser aplicadas como reglas de catalogación a nivel nacional.
Bibliografía consultada
- Garrido Arilla, María Rosa. Teoría e historia de la catalogación de documentos. Madrid: Síntesis, 1996
- Massieu, Jean Baptiste. Instruction pour próceder à la confection du catalogue de chacune des bibliothèques sur lesquelles les directoires ont dû ou doivent incessamment apposer les scellés. Paris: Bibliothèque nationale de France, 2013.