La generalización del uso de las TICs en las sociedades actuales implicó profundos cambios en las relaciones sociales que afectan incluso a aquellos que no son usuarios de las mismas. Las Tecnologías de la información y la comunicación se extendieron de tal modo en la sociedad, que se integraron a la vida cotidiana de los sujetos. Su presencia en la cultura no se limita al tiempo que se accede a ciertos instrumentos tecnológicos, estos códigos los trascienden, se extienden a las distintas situaciones de la vida social y configuran nuevas formas de comunicarse y nuevas formas de aprender. María Teresa Quiroz, en Aprendizaje y comunicación en el siglo xxi plantea que en la actualidad, no solo es necesario formar a las personas para que puedan ser y actuar en entornos naturales y urbanos, sino que habría que considerar un tercer entorno: un entorno comunicacional (informacional, digital). Este tercer entorno aparece asociado a formas de construcción de la subjetividad sumamente diferentes, y, si bien percibimos claramente la diferencia, no siempre podemos lograr una comprensión de la misma que nos sirva de base para generar estrategias para transitarla, incorporándolas a nuestro trabajo cotidiano como educadores.
El libro de Alejandro Spiegel Nuevas tecnologías: saberes, amores y violencia presenta varios trabajos que nos ayudan a abordar estas cuestiones, entre los que cabría destacar un interesante trabajo de María V. Noblia, en el que analiza los fotologs como espacios y medios de expresión de nuevas identidades en los que se construyen códigos que articulan elementos diversos. El análisis del discurso de los fotologs permite abordar los cambios producidos en los discursos identitarios de las últimas décadas, la autora analiza de qué modo los adolescentes actúan y representan parte de este universo social a través de variedades discursivas que expresan estas identidades emergentes. En estos espacios se puede observar el juego y la experimentación permanente en la que se integran imágenes y textos construyendo formas discursivas específicas. Retoma conceptos de la lingüística que permiten conceptualizar las relaciones entre palabra e imagen y la forma en que los significados se convierten en textos. Nos brinda una detallada descripción de los recursos que los chicos utilizan en los fotologs tanto para el tratamiento de la imagen como para el tratamiento de los textos, y rescata el hecho de que en ambos casos, la fragmentación aparece como un signo distintivo, así como el protagonismo de los sujetos en la construcción de los vínculos que articulan los fragmentos.
A diferencia de lo que ocurre en el contexto escolar, en los fotologs, la palabra se subordina a la imagen y no está sujeta a reglas gramaticales y sintácticas previamente establecidas, sino que se estructura sobre la base de otras reglas no explicitadas, pero conocidas y compartidas por los participantes, en las que el tratamiento de la palabra presenta similitudes con el de la imagen.
Este trabajo nos permite afirmar que la lectura y la escritura están muy presentes en los jóvenes y ocupan un lugar central en la constitución de su identidad, mucho más que el que tuvieron en las generaciones anteriores, pero están presentes de otra manera. Estas maneras se nos presentan tan ajenas, que a veces no logramos reconocerlas. El trabajo de Noblia aporta interesantes aportes para que comencemos a reconocer y a comprender las prácticas discursivas en las que los chicos con los que trabajamos construyen su identidad.
Otro aporte interesante para pensar en como transitar esta distancia entre los entornos digitales, tan familiares para nuestros alumnos y tal ajenos para muchos de nosotros, y las exigencias propias del entorno escolar, es el capítulo de Alejandro Spiegel Violencia en la escuela y TIC en el que se describen y analizan una serie de tensiones vinculadas al uso de las TICs y a su relación con la actividad escolar. El autor enmarca las mismas en los cambios en las relaciones sociales, fruto de la construcción de nuevos escenarios de interacción social, en los que la realidad sensible se duplica en realidad y virtualidad, se registra una suerte de “deslocalización” y la configuración de “no-lugares”, espacios que no pueden ser descriptos por su identidad, relación e historia. La red, como espacio de encuentro que trasciende espacio y tiempo, configura un “no lugar”, y desafía la relación entre lo privado y lo público, obligando a reconstruir y repensar lo íntimo. En este contexto se redefine la relación pedagógica y se configuran formas diferentes de ser alumno y de ser docente, y formas particulares de violencias, así como alternativas para trabajar con las mismas.
Spiegel sintetiza los aportes de varias investigaciones que vinculan la violencia escolar y el uso de las TICs, que constituyen un interesante aporte para pensar estas nuevas formas de interacción social en el contexto escolar, su impacto en las subjetividades y los mecanismos de inclusión-exclusión que configuran.
Bibliografía sobre el tema disponible en la BNM
Spiegel, Alejandro, coordinador; Orozco Gómez, Guillermo; Táboas, Beatriz; Noblia, María Valentina; Björn, Marianne. Nuevas tecnologías, saberes, amores y violencias : construcción de identidades dentro y fuera de la escuela. Buenos Aires : Noveduc, 2007
Ortega Carrillo, José Antonio, coordinador; Chacón Medina, Antonio, coordinador. Nuevas tecnologías para la educación en la era digital. Madrid : Pirámide, 2007
Reyzábal Manso, María Isabel; Santiuste Bermejo, Víctor. Lenguaje y nuevas tecnologías : de la gramática generativa a la tecnología del habla. Madrid : CCS, 2006
Galarza, Daniel; Landau, Mariana; Schneider, Débora; Palamidessi, Mariano Ismael, comp.. La escuela en la sociedad de redes : una introducción a las tecnologías de la informática y la comunicación en la educación. Buenos Aires : FCE, 2006.
Enlaces de interés
http://www.didaxis.com.ar/revista.shtml
http://www.archivo-semiotica.com.ar/
http://www.revista.unam.mx/interiores/educacion.htm
Raquel Gamarnik