Saltar al contenido principal

La portada es la fuente principal de información para el título propiamente dicho, pero en algunas ocasiones, los libros con los que trabajamos en la biblioteca escolar carecen total o parcialmente de ella.

Cuando esto ocurre, deberemos recurrir en primera instancia al libro que estamos por catalogar y buscar en la información que falta: primero buscaremos en el prólogo o introducción, luego en el texto mismo, la tapa, pasando luego al colofón y/o el lomo del libro.

Una vez encontrada esta información se consignará esta información entre corchetes en el campo título. Se deberá elaborar una nota de fuente indicando de donde proviene el título aportado.

Otra alternativa es la de acudir a un repertorio bibliográfico y, una vez obtenida la información faltante, seguir los mismos pasos indicados en el párrafo anterior. Una práctica muy difundida es acudir a Internet en busca de la información que falta; si hacemos esto, conviene recurrir a catálogos de bibliotecas o de la editorial para chequear edición, paginación y asegurar que es la misma manifestación.

Si se presentaran múltiples portadas, se debe optar por aquella que brinde mayor cantidad de información. Cuando la información brindada en las portadas sea en cantidad similar y el libro se encuentre escrito en más de una lengua, se debe optar por aquella que esté escrita en la lengua que aparece en la mayor parte de la obra. En el caso de un libro que no posea título, se redactará uno que refleje el tema y/o materia del recurso y se encerrará entre corchetes.

  • Título: [Alicia en el país de las maravillas]
    Notas: Título tomado de la portada
  • Título: [Los tres mosqueteros : y uno más]
    Notas: Título tomado del catálogo de la editorial

 

Comentá esta noticia

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.