Hemos llegado al Boletín Electrónico número cien de la BNM: la cifra redonda nos invita, desde la Sala de Lectura, a repasar nuestra forma de trabajo cotidiana y los logros alcanzados.
Una de las premisas que caracterizan la atención al usuario en la Biblioteca Nacional de Maestros es la empatía. Según la Real Academia, empatía se define como “identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”.
Nos identificamos con nuestros usuarios para acompañarlos en la búsqueda de información para sus estudios e investigaciones, y esto nos sirve como puente para comprenderlo, creando un vínculo de confianza. También la empatía se concreta con nuestros compañeros, generando un buen ambiente de trabajo.
Diariamente atendemos con cordialidad y con nuestras herramientas disponibles(conocimientos y habilidades) en pos de satisfacer las consultas. Así vamos armando una red de confianza y afecto con el público, que trasciende la orientación bibliográfica o el hecho de acercarle el material solicitado.
El jueves 15 de diciembre pudimos comprobar que existe ese vínculo de confianza, respeto y afecto. La escena: simulacro de incendio en la sala. Se dió la voz de alarma y los responsables avisaron que, por precaución, se debía realizar el desalojo y seguir a sus responsables. Ahí la confianza acrecentada día a día salió a relucir: sin comentarios ni quejas – y en perfecto orden- rápidamente nuestros usuarios escucharon nuestras voces y pedidos.
Esa respuesta de los usuarios, junto a otras que recibimos diariamente, nos indica que vamos por el buen camino. Que nuestra atención nos acerca a los usurarios de la Sala de Lectura de la BNM, que ven en nosotros referentes de seguridad y confianza; dos valores que ponderan además en las encuestas de expectativas y de satisfacción. Es decir, una verdadera gestión de calidad pensando en el usuario, beneficiario de cada una de las acciones que llevamos adelante en el servicio de Sala de Lectura.