Introducción
 
 
 
 
Sociedad del conocimiento y sociedad de la información
“La sociedad del conocimiento (Bell, 1991) es una expresión que designa un tipo de sociedad y de cultura en las que cualquier actividad individual y social está ligada o reclama la posesión de conocimientos, desde las actividades más simples (consumir, relacionarse con otros, elegir entre posibilidades...) hasta las actividades profesionales más complejas.
La sociedad de la información designa a una condición de la sociedad en la que determinado tipo de conocimientos y datos circulan con rapidez, rompiendo las barreras de las culturas delimitadas, las fronteras de la distancia, así como los límites de la capacidad de almacenamiento y de procesamiento de las informaciones. Es decir, denota una aceleración de determinadas características de la sociedad del conocimiento”.
 
http://www.uca.es/HEURESIS/heuresis99/v2n1.html
 
Proyectos institucionales
Un proyecto institucional deberá atender “las características puntuales de las instituciones, sus rasgos de identidad, su historia, la historia de los actores que la integran en la actualidad, el grado de pertenencia de éstos, la historia de los valores que sostienen frente al rol de la escuela, la enseñanza y el aprendizaje, etc.”
 
Poggi, Margarita (comp.) “Apuntes y aportes para la gestión curricular”.

 
¿Promoción o animación de la lectura?
“... la etimología de “animar”, nos habla de dar alma, mover, motivar, dinamizar y comunicar,..., nos referimos, en suma, a un proceso que ayuda a crecer, que potencia el desarrollo personal, que de alguna manera “da vida”, poniendo en este caso en relación a los protagonistas principales de esta aventura – de la aventura de leer-: el niño y el libro.”
 
“La animación es una actuación intencional que, con estrategias de carácter lúdico y creativo, va a tratar de transformar actitudes individuales y colectivas en torno a la lectura y el libro“...”Es por tanto, un proceso de aprendizaje intencionalmente educativo, cuyo objetivo final será la autoeducación que acercará al sujeto al tan deseado “hábito lector”.
 
Cerrillo, Pedro y García Padrino, Jaime. Hábitos lectores y animación a la lectura.

 
“... se entiende por Animación a la Lectura todo un repertorio de actividades y estrategias que pretenden hacer atractivo ante los niños el mundo de los libros y, como consecuencia, invitarles a leer”.
 
Gómez-Villalba Ballesteros, E. Animación a la lectura: desde el juego a la comprensión
 
“A grandes rasgos, con la animación a la lectura nos proponemos:
a) que el niño no lector -o poco lector- descubra el libro
b) ayudarle a pasar de la lectura pasiva a la lectura activa
c) desarrollar en él el placer de leer
d) ayudarle a descubrir la diversidad de los libros”
 
Sarto, M. Monserrat. La animación a la lectura: Para hacer al niño lector.
 

 

 
 
Libros y bibliotecas
 
La problemática de la biblioteca escolar en la escuela de hoy es preciso abordarla desde un contexto suficientemente amplio como para otorgarle su verdadera significatividad pedagógica y social.
La idea tradicional de biblioteca como unidad aislada de la dinámica escolar y destinada sólo a organizar y conservar libros, se ha resquebrajado y deja de tener sentido pleno dentro del nuevo marco planteado por la sociedad de la información.
 
Así, el concepto de una biblioteca estática se ha ido modificando y las diversas instituciones se acercan en sus prácticas cotidianas a un modelo mucho más dinámico, abierto a las necesidades e intereses planteados por sus diversos usuarios, con la exigencia de ofrecer una variada gama de productos y soportes y generar como resultado la apropiación de las viejas y nuevas maneras de difusión y comunicación de saberes y conocimientos.
 
Resulta entonces necesario construir una mirada sobre las bibliotecas escolares que sea abierta a los cambios sociales y culturales. Se debe dejar de lado el predominio de un concepto rígido y limitado de sus alcances para avanzar en propuestas por las que se les reasigne un rol especial en el marco de aquellas políticas públicas que valoren el papel de la gestión de la información y el conocimiento en la sociedad actual.
 
Asimismo, los proyectos educativos y curriculares deben contenerla como elemento motorizador de diversos procesos institucionales y de extensión comunitaria. De este modo, la biblioteca escolar dejará de estar en los márgenes de los circuitos decisionales y pedagógicos para convertirse en un espacio de reflexión e intercambio, en un núcleo generador de ideas y acciones, en una gestora de cambios atenta a las necesidades y demandas de su comunidad.
 
Ello nos lleva a sostener que:
 
La biblioteca en la escuela es un derecho y una necesidad indiscutible
 
Concebir la existencia de una biblioteca en cada escuela como un derecho de los alumnos, los docentes y el conjunto de la comunidad educativa nos exige plantearnos las acciones y proyectos a desarrollar, en torno a una efectiva construcción de ciudadanía en el contexto escolar. La integración de la biblioteca escolar es no sólo posible sino necesaria en la puesta en práctica de los proyectos institucionales y de toda propuesta basada en el trabajo colectivo e interdisciplinario.
 
Entre la multiplicidad de roles asignados a las bibliotecas escolares que aparecen en una extensa literatura específica, hemos seleccionado tres grandes ejes centrales, no excluyentes, que valoramos como cauces profundos que orientarán y definirán su rumbo.
 
Ellos delimitan a las bibliotecas como:
 
herramientas de gestión de la información y el conocimiento,
promotoras de la lectura de docentes, alumnos y miembros de la comunidad educativa;
espacios de conservación de la memoria y el patrimonio cultural de cada comunidad.
 
En este material, surgido del aporte de responsables de diversas bibliotecas del país, se avanzará en el desarrollo del papel de la biblioteca escolar en las acciones de promoción y animación de la lectura.
 
 
 
 

 
Es preciso tener en cuenta que la animación de la lectura sólo cumple su propósito cuando parte de la lectura, cuando tiene a la lectura como eje de la actividad y cuando desarrolla en el niño un verdadero interés por la lectura. Otras actividades como el teatro, los trabajos manuales, la pintura, la música, etc., son importantes para desarrollar en el niño diferentes habilidades de expresión y pueden ser auxiliares en la promoción de la lectura, pero no generan necesariamente un gusto específico por los libros”
 
Zambrano, A. Plan educativo Torre Roja, Grupo Editorial Norma