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Hacia
un perfil de usuarios lectores en la biblioteca: docentes, estudiantes
y padres |
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Se
desprende de la tipología de lectores expuesta, que el
desarrollo lector tiene más que ver con las posibilidades
y modos de exposición a la cultura letrada que con la
edad evolutiva. Así, podemos entender que habrá
niños, jóvenes, adultos, padres que se comportan
como lectores iniciales, en proceso o habitualizados independientemente
de su edad cronológica. Son más bien los intereses
temáticos y los escenarios de encuentro entre el texto
y su lector los que cambian. |
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Intereses
y escenarios... éstas son las puntas para empezar a delinear
un perfil de usuarios de la biblioteca, o sea, de lectores en
la biblioteca. |
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¿Qué
lee un docente? ¿Qué lee el alumno? |
¿Leen
los padres? |
¿Qué
tipo de lectores son? |
¿Cómo
provocar encuentros entre textos y lectores? |
¿Cuál
es el rol de la biblioteca y los bibliotecarios como mediadores
de estos encuentros? |
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Cualquier
respuesta siempre tendrá que ver con dinámicas
de comunicación que permitan establecer puntos de entendimiento
entre los partícipes de esta problemática: libros,
lectores, bibliotecas y mediadores. |
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Para
ello, la biblioteca debería: |
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Concebirse
como un lugar de encuentro donde autores y lectores conversan. |
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Establecer
canales y estrategias de comunicación con sus usuarios,
de modo tal que pueda producir: |
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Diversidad
de ofertas de lecturas: literarias, científicas, didácticas,
de entretenimiento. |
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Multiplicidad de escenarios: salas acogedoras, espacios informales,
encuentros con autores, charlas de extensión cultural,
capacitación diversa, etc. |
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Asumir
un rol democratizador combinando el derecho de sus usuarios
al conocimiento y al goce por la recreación. |
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Entender
al usuario de la biblioteca como el verdadero constructor
de lecturas y no como mero consumidor pasivo de los bienes
culturales. |
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Instar
al goce y participación en la reflexión, difusión
y propuestas para el diseño de desarrollo de actividades
de la biblioteca. (6) |
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Definir
el perfil del usuario, el público real de la biblioteca,
requiere de una explícita comunicación interna
hacia dentro de la institución, y una fluida comunicación
externa que asuma como propias las necesidades y posibilidades
del contexto social y cultural donde opera. |
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